Feliz día, hijos de la tierra -hermanos TODOS- por ley divina. Día 29 de diciembre (antepenúltimo del año) feliz e iluminado sea para todos, en los previos de esa espera para decir -ADIÓS- a este año amigo que nos ha acontecido. Año que -sin distinción alguna- nos brindó los 365 días de su vida, tras una variedad de acontecimientos de los cuales -aleccionar- ha sido su único fin. En él: aprendimos y desaprendimos, dimos y recibimos, lloramos y reímos, ganamos y perdimos y, en fin, con cada acontecimiento vivido, nos otorgó -la EXPERIENCIA-, misma que nos prepara para recibir a su sucesor y alcanzar mejoría en los puntos marcados y acentuados que deja en su final. Un año que se va y que podemos dictaminar -un maestro más- en el aula de la vida. Mis mejores deseos para el año que se avecina, que -el AMOR- sea el único representante en todo credo, gobierno y religión, y: salud, humildad y buena ciencia nos permita encender -su luz- para hacerlo brillar por todos los caminos. Un abrazo gigante desde ese centro que nos hace UNO con el TODO; se les quiere un montón, de gratis y sin deudas... besitos...
29 de diciembre de 2016
Autora: Ivette M. Quiles Silva
con cariño... Campesina, Brillamor
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