Descorazonador

Ya no quiero... éste mundo de infracción,

ya no quiero -contemplar caras erguidas-

embasadas en botellas de cristal,

diseñadas por el horno, de mentiras.

Me desgarra ver los rostros de cenizas

de tanto niño enflaquecido de atención 

inhalando la vigente maquinaria

que lleva al sinsentido, la razón.

Sangrando por sus poros, postración,

calcinando la luz de su inocencia

-colapsando los átomos del corazón-

sin deleitar las bendiciones, de la tierra.

Duele a cántaros otear la intransigencia

-diseción ingrata de la dejadez-

plantando en el terreno de las almas,

infértil semilla, de la insenzatez.

Duele... cómo duele... discernir

la afilada cuchilla de la vanidad

matando al día a día -más familias- 

que las armadas tropas, de un país.

No quiero más un mundo de infracción

con... tanta... tanta...
pero tanta... indolencia...

27 de junio de 2015

Ivette M. Quiles Silva

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La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. (Karl Marx -1818-1883- filósofo, sociólogo, economista y pensador socialista alemán.)

Cognitivo

Los prados del mar y el campo 
-escenario majestuoso-
acompasando con gozo
-la Paz y la Libertad-;
tras un coro contagioso 
silbando entre sus premuras
-la sapiencia de querer-
laborar su conjunción
y en culta dedicación
adquirir ese "saber"
que otorga con esplendor,
la magia de la intención...

22 de junio de 2015

Ivette M. Quiles Silva
Todos los derechos reservados
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Cavilando

Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterias.  Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan. (Pablo Neruda)

Cavilando

Hoy... me concedo un tiempo 
-para llorar- 
lubricar las cuencas secas, 
de mis ocelos; 
oxidadas por la tempestad del desamor 
tras el salitre ponzoñoso, 
que desdobló mi cielo.  

Y... aquí... 
en saludable pacto con la soledad, 
darle borrón a las palabras del desvelo, 
quemar las páginas de la desilusión; 
cambiar el título de tanta historia... tanto cuento
y destiñendo las verdugas letras del dolor, 
dejar en blanco la retórica archivada, 
que funge sin sabor
-en su correr-
el infructuoso rubro, 
de los... 
acondicionamientos.
        
Que corran las lágrimas 
por mi desconcertado rostro, 
dando rocío a las arrugas del esfuerzo; 
humedeciendo estos labios cascados de esperanza, 
lanzándole a la vida un grito de agradecimiento,
quitándole a la culpa la victoría, 
rasgando el fisticio atuendo del arrepentimiento
y colgándome el título de 
"Guerrera"
sean mis lágrimas  la dicha de 
-exclamar- 
que todo lo ejercido en mi camino,
lleva y ha de llevar 
(hasta volver al polvo)
la máxima intención de ser
-Una con el Todo-

Hoy... he dedicado un tiempo 
-para llorar-
lavar el ventanal de mis ocelos 
acotando la justa e impecable, 
visivilidad... de 
"amar" 
por sobre todas las cosas...


4 de junio de 2015

Ivette M. Quiles Silva

con cariño... Campesina, Brilamor

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Si nada nos salva de la muerte, al menos que -el amor- nos salve de la vida. (Pablo Neruda- 1904-1973- poeta, escritor, diplomático y político chileno)