completando -los sesenta-
que según las tablas cuentan
a esa edad -ya somos viejos-
pero espérenme, les cuento
que no es así la jugada,
es la etapa que regala
una segunda juventud;
donde a toda plenitud
se deleita -más- la vida
-a son de sabiduría-
con paso firme y sencillo
retomando el requisito
que obviado en edad jovial
-abrazado a los sesenta-
nos florece en lo divino
haciéndonos más sensual....
... vieja yo.... Naaaaaa
mi alma sigue de quince
aunque el pellejo me guinde...
12 de diciembre de 2015
Ivette M. Quiles Silva
con cariño... Campesina, Brillamor
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