Amado mío

 

Cada tarde hacia tu ruedo me escapaba

a enfundarme en el aliento de tus bríos

abstraída entre tus dotes… disfrutaba

las zalemas de tu oxígeno divino.

Vive en mi mente los constantes torbellinos

ensortijando mis cándidos cabellos

y los momentos de quitarme mi vestido

ofrendándole a la sal de tu fluir… mi cuerpo.

Gratos instantes de éxtasis sereno

que al flamear sobre tu talle me inmigraba

en un surco de vuelo hacia los cielos

al vaivén de tus olas, amainadas.

Diáfano tiempo en tu cortejo, acompasada

armonizando mis sentires en tu abrigo

-tus susurros la musa me escoltaba-

-al compas en la lectura  de algún libro-

por tus encantos te adueñaste de mi alma

convirtiéndote en el fiel… amante mío.

Hacia otro suelo me condujo mi destino

extrañándote concibo yo mis días

jamás he de olvidarte… Mar querido

-late en mi pecho nuestras bellas osadías-

las aventuras, los secretos y suspiros

que conjugaba en tus hervores… mi  alegría.

Mi mar chiquita, playa hermosa tan querida

Mi mar grandioso sobre el norte de mi pueblo

aún de lejos me escoltas en la musa

para escribirte con amor estos mis versos

y decirte… Amado mío…

“Te extraño”



2 de septiembre de 2011

Autora: Ivette M. Quiles Silva

con cariño....Campesina, Brillamor

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